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23 de junio de 2014

¿Por qué Brasil esperó hasta el Mundial para reforzar sus sistemas de comunicación?

La pasión por el fútbol y el desarrollo del mundo

¿Por qué Brasil esperó hasta el Mundial para reforzar sus sistemas de comunicación?


Inversiones de aproximadamente 3.400 millones de euros en telecomunicaciones, 82 millones para reforzar la tecnología 4G en las ciudades sede. Es el mayor gasto de la historia para un evento futbolístico, ¿la pasión está por encima de todo? ¿Por qué no se realizó antes?

Mao Castro (@MaoGCastro)

   La Copa Confederaciones disputada en junio de 2013 había sembrado serias dudas sobre la capacidad de organización de Brasil de cara al comienzo de la Copa del Mundo, no sólo por los reclamos de gran repercusión mediática, debido a los enormes gastos estatales destinados al evento magno del fútbol, la interminable construcción y renovación de los estadios, la inseguridad, o la falta de logística, sino también, entre otras cosas, por la escasa cobertura en telecomunicaciones. "No queremos que se recuerde a Brasil como el peor Mundial de todos los tiempos porque los periodistas no pudieron enviar sus historias al resto del mundo", dijo Jerome Valcke, secretario general de la FIFA.

    Durante el partido final entre brasileños y españoles, en el Maracaná de Río de Janeiro, 73 mil hinchas lidiaron con serios problemas de conectividad, algunos ni siquiera tuvieron disponibilidad para enviar un simple mensaje de texto, algo básico en esta época de la inmediatez. “Donde no tenemos mucho tiempo probablemente no podremos dar una cobertura completa para los estadios”, dijo post Confederaciones Eduardo Levy, director del grupo industrial brasileño encargado de preparar la cobertura celular en las sedes del Mundial.

   Brasil ya ha destinado alrededor de 3.400 millones de euros en telecomunicaciones. 233 millones de reales fueron consignados para Telebras y 171 millones para la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), según el Comité Organizador; para reforzar hasta 10 veces más la cobertura de red 4G en todas las ciudades sede ya se han invertido alrededor de 82 millones de euros.

   Por suerte para el público local el problema de conectividad tuvo su solución, al menos la gran mayoría tiene la cobertura necesaria, incluso para la navegación en 4G. La telefonía móvil en Brasil es privada, las seis operadoras habilitadas reforzaron sus servicios: Vivo, TIM, Claro, CTBC, Sercomtel, y la empresa líder, Oi, la primera patrocinadora del Mundial y proveedora oficial de servicios de telecomunicación en el certamen. También tienen el beneficio 4G durante el Mundial los usuarios procedentes de Estados Unidos, Francia, Rusia, Chile, Japón y Corea del Sur.

   Ahora bien: ¿era necesario esperar hasta la llegada del Mundial para realizar estas obras? Según el Comité Organizador sí. El gobierno, entre otros fines, lo aprovecha para apurar las obras del Plan Nacional Banda Ancha, las redes de Internet de alta velocidad conectarán los estadios, el centro de operaciones, los hoteles y los organismos de seguridad. Se cree que traerá más beneficios que pérdidas, lo que se haya gastado se recuperará con el turismo, patrocinios, compras de derechos de emisión, etcétera, y se disfrutará durante el evento y, por supuesto, en el futuro. Sin el Mundial nada de esto se hubiese podido realizar, porque no habría forma de recuperarlo.

   Una investigación de la Fundación Instituto de Investigaciones Económicas (FIPE) y del Ministerio de turismo mostró que la Copa Confederaciones, por sí sola, aumentó  9.700 millones de reales al producto bruto interno brasileño. La expectativa es que el Mundial genere casi 30.000 millones de reales (fuente: investigación MTUR/FIPE).


   Un Mundial de fútbol no es un simple evento deportivo, menos en un país donde la pelota se infunde desde la niñez como un símbolo religioso, en un país donde ese símbolo representa para muchos la única oportunidad de conectarse con un sistema social y económico que los excluye, y menos si ese Mundial es un antes y después, para bien o para mal, en la vida de 200 millones de personas. 

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