La pasión por el fútbol y el desarrollo del mundo
¿Por qué Brasil esperó hasta el
Mundial para reforzar sus sistemas de comunicación?
Inversiones de aproximadamente 3.400 millones de euros en
telecomunicaciones, 82 millones para reforzar la tecnología 4G en las ciudades
sede. Es el mayor gasto de la historia para un evento futbolístico, ¿la pasión
está por encima de todo? ¿Por qué no se realizó antes?
Mao Castro (@MaoGCastro)
Mao Castro (@MaoGCastro)
La Copa Confederaciones disputada en junio de 2013 había sembrado serias
dudas sobre la capacidad de organización de Brasil de cara al comienzo de la
Copa del Mundo, no sólo por los reclamos de gran repercusión mediática, debido
a los enormes gastos estatales destinados al evento magno del fútbol, la
interminable construcción y renovación de los estadios, la inseguridad, o la
falta de logística, sino también, entre otras cosas, por la escasa cobertura en
telecomunicaciones. "No
queremos que se recuerde a Brasil como el peor Mundial de todos los tiempos
porque los periodistas no pudieron enviar sus historias al resto del
mundo", dijo Jerome Valcke, secretario general de la FIFA.
Durante el partido final entre brasileños y españoles, en el Maracaná de
Río de Janeiro, 73 mil hinchas lidiaron con serios problemas de conectividad,
algunos ni siquiera tuvieron disponibilidad para enviar un simple mensaje de
texto, algo básico en esta época de la inmediatez. “Donde no tenemos mucho
tiempo probablemente no podremos dar una cobertura completa para los estadios”,
dijo post Confederaciones Eduardo
Levy, director del grupo industrial brasileño encargado de preparar la
cobertura celular en las sedes del Mundial.
Brasil ya ha destinado alrededor de 3.400 millones de euros en
telecomunicaciones. 233 millones de reales
fueron consignados para Telebras y 171 millones para la Agencia Nacional de
Telecomunicaciones (Anatel), según el Comité Organizador; para reforzar hasta
10 veces más la cobertura de red 4G en todas las ciudades sede ya se han
invertido alrededor de 82 millones de euros.
Por suerte para el
público local el problema de conectividad tuvo su solución, al menos la gran
mayoría tiene la cobertura necesaria, incluso para la navegación en 4G. La
telefonía móvil en Brasil es privada, las seis operadoras habilitadas
reforzaron sus servicios: Vivo, TIM, Claro,
CTBC, Sercomtel, y la empresa líder, Oi, la primera patrocinadora del Mundial y
proveedora oficial de servicios de telecomunicación en el certamen. También
tienen el beneficio 4G durante el Mundial los usuarios procedentes de Estados
Unidos, Francia, Rusia, Chile, Japón y Corea del Sur.
Ahora bien: ¿era
necesario esperar hasta la llegada del Mundial para realizar estas obras? Según
el Comité Organizador sí. El gobierno, entre otros fines, lo aprovecha para
apurar las obras del Plan Nacional Banda Ancha, las redes de Internet de alta
velocidad conectarán los estadios, el centro de operaciones, los hoteles y los
organismos de seguridad. Se cree que
traerá más beneficios que pérdidas, lo que se haya gastado se recuperará con el
turismo, patrocinios, compras de derechos de emisión, etcétera, y se disfrutará
durante el evento y, por supuesto, en el futuro. Sin el Mundial nada de esto se
hubiese podido realizar, porque no habría forma de recuperarlo.
Una investigación
de la Fundación Instituto de Investigaciones Económicas (FIPE) y del Ministerio
de turismo mostró que la Copa Confederaciones, por sí sola, aumentó 9.700 millones de reales al producto bruto
interno brasileño. La expectativa es que el Mundial genere casi 30.000 millones
de reales (fuente: investigación MTUR/FIPE).
Un Mundial de fútbol no es un simple evento deportivo, menos en un país
donde la pelota se infunde desde la niñez como un símbolo religioso, en un país
donde ese símbolo representa para muchos la única oportunidad de conectarse con
un sistema social y económico que los excluye, y menos si ese Mundial es un
antes y después, para bien o para mal, en la vida de 200 millones de personas.
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