El calor del fútbol en la Patagonia – Parte 1
La identidad del juego austral argentino
Mauro Castro (@MaoGCastro)
Así como “la nuestra” porteña, con sus pases
cortos, gambetas y pelota al pie nació gracias a los empedrados, potreros
desparejos y costos altos de las pelotas, en el sur argentino se ha adoptado
una técnica propia adaptada a sus condiciones ambientales. El viento, la
estepa, las piedras, los desniveles en la tierra, entre otras cuestiones, han
forjado en el fútbol patagónico una identidad.
“Hay mucha fricción y la pelota vuela. Se juega
mucho por abajo, con pase corto y se mete bastante. El jugador del sur es muy
aguerrido”, nos comenta Luis Varas, actual DT de la octava de Huracán de
Comodoro Rivadavia y ex jugador; “Se juega mejor con el viento en contra porque
te obliga a poner la pelota contra el piso, a asociarse mucho más rápido y
saber que cada vez que la tiene un compañero tiene que contar con opciones”,
explica Armando Tula, entrenador de la Comisión de Actividades Infantiles
(CAI); “Los que somos del sur sabemos aprovechar el clima, el viento en contra
sobre todo. Nos favorece porque ya estamos adaptados y al rival le empieza a
jugar la cabeza”, nos declara Hugo Barrientos, ex centrocampista de Huracán y Newell’s, entre otros, y actual técnico de Jorge Newbery de Comodoro.
Como debe ser, los clubes de mayor renombre en
la región cuentan en la actualidad con césped y lugares de entrenamiento
ajustados a las normas. ¿Pero cómo se cría un jugador patagónico antes de
ingresar en una de estas instituciones? Nicolás Segura, el entrenador adjunto
de la CAI, nos dijo lo siguiente: “Hay jugadores de mucha técnica, que saben
que los campos de juego no son como los nuestros que tienen césped, sino que
son de tierra con piedras. Acá hay mucho fútbol de salón, que también genera un
estilo. El clima te obliga a tener que jugar bien para poder hacerlo, por eso
se hace mucho por abajo.
Por otra parte, Franco Prieto, lateral de la
CAI, nos compartió su mirada, especialmente sobre el factor clima, e hizo
hincapié en los pros de saber utilizarlo: “Acá todos los clubes aprovechan el
viento a favor, desde 40
metros le pegan al arco. Nosotros igual jugamos mejor
con el viento en contra, ya estamos acostumbrados. Sacamos diferencia, y ellos
(el resto no patagónico) en contra no saben salir jugando, así que
aprovechamos. Esto es fundamental, porque por ejemplo si el arquero no le pega
bien ya se empieza a fastidiar.
Como pudimos ver el fútbol argentino va más
allá de la llanura pampeana, y así como en la Patagonia cada región ha adoptado
un estilo y una idea de juego propia, una identidad. La riqueza de nuestro país
nos da la posibilidad de deleitarnos con infinitas opciones y el deporte no es
la excepción.
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