River Plate
Un
2014 “Millonario”
El conjunto de Núñez festejó todo el año, desde el Torneo Final, el
supercampeonato y la Sudamericana, hasta el invicto de ocho partidos frente a
Boca. Repasá este glorioso año, en Meister Sports.
Mao Castro (@The_Maumeister)
River vivió un 2014 de ensueño, no por su riquísima historia sino por los malos momentos que supo atravesar en los últimos tiempos. Ganó el Torneo Final, la Copa Campeonato ante el entonces futuro campeón de América, San Lorenzo, cerró el año con la obtención de su primera Copa Sudamericana y, la frutillita del postre, de ocho “superclásicos” disputados frente Boca ganó cinco (uno por penales) y no perdió ninguno, con el detalle de haber vencido a su eterno rival en la Bombonera y dejarlo afuera en las semis de la Sudamericana.
El verano ya
había dejado buenas sensaciones, porque de tres “súper” River se había quedado
con dos(2 – 0 en Córdoba; 2 – 1 en
Mendoza). El otro, el primero, fue un empate 1 a 1 en Mar del Plata.Ramón Díaz ya moldeaba su
equipo, había descartado las presencias nada más y nada menos
que de David Trezeguet, Carlos Sánchez y Rodrigo Mora, entre otros. Les dio
rodaje a nuevas figuras como Éder
Álvarez Balanta y Matías Kranevitter, y asentó el fuerte del
equipo en la delantera, con Fernando Cavenaghi y
Teófilo Gutiérrez.
En el Torneo
Final hasta la fecha 8 el “Millonario” tuvo intermitencias, con tres victorias,
tres derrotas y dos empates, pero
entre sus rivales tampoco había uno que sobresaliera del resto. La fecha 9 fue
vital para el progreso, porque la victoria por 2 a 0 ante Lanús dejó una
envión anímica esencial para el siguiente encuentro, contra Boca en la Bombonera.
El 2 a 1
que sentenció Ramiro Funes Mori a los 85’ quedará en la memoria de cada riverplatense,
porque enmudeció a toda la parcialidad rival y significó el quiebre de diez
años sin festejar en aquel estadio. Tras esta alegría, con once victorias,
cuatro derrotas y cuatro empates, River logró su mayor
satisfacción de los últimos seis años: gritó campeón por trigésimo quinta vez.
Llegaba el tiempo de luchar por ser el mejor de la
temporada 2013/14 frente al anterior primero, San Lorenzo. A los 72’ Germán Pezzella marcó de
cabeza el único tanto, tras un centro magistral de Manuel Lanzini, y River se
coronó supercampeón.
Ya sin Ramón Díaz en el banco, por diferencias con la
dirigencia, el DT de la reserva,
Gustavo Zapata, se hizo cargo del equipo para enfrentar a Boca por quinta vez
en el año, y en México. 1 a
1 finalizaron en los 90’
y los penales le dieron una nueva alegría al “Millo”.
La vuelta de un hijo de la casa hacía revuelo, Marcelo Gallardo llegaba para reemplazar al enorme
Ramón, con un campeonato uruguayo en su haber y mucho para
demostrar. El “Muñeco” le dió lugar a Carlos
Sánchez y Rodrigo Mora; también a un muchacho de 30 años, que
venía de jugar mucho tiempo en el fútbol asiático y de descender con Argentinos
Juniors, Leonardo Pisculichi;
y Trezeguet nuevamente fue descartado. Dejaron el equipo tres piezas
fundamentales: Lanzini, Carlos Carbonero y Cristian Ledesma.
El lujo no se
hizo esperar, el “fútbol champagne”, nacía “La Gallardeta”. Un equipo bien parado en todas las líneas, que ponía lo
que había que poner y, a su vez, jugaba bien. Ganaba, gustaba y goleaba.
Lamentablemente era un plantel corto y el desgaste se hacía notar, sumado a la
lesión de Matías Kranevitter quien manejaba los hilos de esta máquina. Un día
lluvioso dejó un empate ante el rival de siempre, comenzaron a bajar el nivel
algunos soldados y la situación parecía complicarse. Se creía que el campeonato
estaba ganado de ante mano, pero no. River perdió su invicto de
31 partidos frente a Estudiantes, empató con Olimpo en el Monumental y las
chances en el torneo parecían diluirse. Una excelente participación en la
Sudamericana, con la totalidad de los partidos ganados y elcruce nuevamente con los
“xeneizes” en una semifinal, destinaron las prioridades, “La Banda” iba por la copa.
El encuentro de ida en La Boca finalizó 0 a 0, con más fricción que
fútbol. La vuelta fue una fiesta monumental, por el recibimiento, porque
Marcelo Barovero le atajó un penal a Emmanuel Gigliotti a los tres minutos de juego, y
porque tras un buscapié de Leonel Vangioni a los 15’ Pisculichi provocó el único y ensordecedor grito
sagrado del cruce, 1 a
0 final. River llegó a la última instancia de la copa dejando
afuera en semis a su eterno rival, sin haber perdido ni un solo partido en ocho
duelos. Seguía Atlético Nacional.
Los
colombianos venían de dejar afuera a San Pablo por penales en el Morumbí. Contaban con grandes talentos
como Edwin Cardona, Orlando Berrío y Daniel Bocanegra, entre otros. El encuentro en Medellín finalizó 1 a 1. Berrío
había puesto el 1 a
0 y otra vez Pisculichi, vistiéndose de héroe, logrando en seis meses quedar en
la historia grande riverplatense, puso el empate final. Una semana después el Monumental nuevamente se tiñó
de alegría, de festejos, se inundó de lágrimas de felicidad. Gabriel Mercado puso
el 1 a 0 a los 54’ y Pezzella a los 58’ selló el triunfo del River
campeón sudamericano.
Al parecer la era presidencial de
Rodolfo D’Onofrio le ha devuelto a “La Banda” de Núñez aquella riqueza
futbolística que había perdido a inicios del actual milenio. El
futuro aparenta ser mejor aún, en febrero River disputará la Recopa
Sudamericana ante San Lorenzo y podría sumar su séptima
copa internacional, y en abril la Supercopa Argentina 2014 frente a Huracán. En el 2015 tiene
una máxima prioridad, la Libertadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario